Hombre y mujeres, cuando llegamos al papel de padres/madres solemos tener visiones diferentes sobre la educación. Nuestros puntos de vista, ya sea por nuestras experiencias personales previas o nuestro entorno socio cultural, toman perspectivas diferentes, pero ¡complementarias!, la dificultad está en encajar esas perspectivas.
La realidad es que cuando una pareja se pone a educar, improvisa y educa siguiendo unos patrones aprendidos.
La educación de los hijos es una de las tareas más desafiantes y gratificantes que existen: larga, continua, llena de altibajos, con muchos imputs que no controlamos, con varios actores que entran y salen de escena sin poder tener control sobre ellos y además hemos de ir adaptándonos a los cambios de nuestros hijos.
Hombres y mujeres, afrontamos estas situaciones desde diferentes putos de vista.
Te comento las diferencias generales que pueden existir entre hombres y mujeres (padre y madre) a la hora de educar, tomando roles diferentes, complementarios, balanceados según el rol del otro.
Enfoque educativo Padres vs Madres:
Uno de los aspectos donde más se nota la diferencia es en los estilos educativos es la firmeza y flexibilidad, normalmente uno de los dos contrapesa al otro. El rol que adoptan cada uno de ellos, adaptándose al rol del otro.
- Madres: Tradicionalmente, se asocian con un enfoque más orientado al cuidado y la atención constante. Suelen priorizar la creación de un entorno seguro y emocionalmente enriquecedor, lo que contribuye al desarrollo de la empatía y la seguridad emocional en los hijos.
- Padres: En general, tienden a enfocarse en la preparación para desafíos externos. Esto puede manifestarse en un énfasis en la disciplina, la resolución de problemas y la autonomía.
Cómo se comunican los padres y cómo lo hacen las madres:
La comunicación es otro aspecto donde padres y madres suelen diferir significativamente. En este aspecto va a influir mucho la personalidad de cada uno de ellos.
- Madres: A menudo utilizan un lenguaje más emocional y detallado. Se enfocan en fomentar habilidades verbales y en promover conversaciones sobre sentimientos y experiencias. En este caso las madres suelen llegar al consuelo la comprensión antes que los padres.
- Padres: Tienden a ser más directos y breves en su comunicación, sin perder el tiempo en largas conversaciones. Es común que usen actividades físicas (deportes) o juegos, para transmitir valores y fortalecer vínculos antes que explicarlos.
Estas diferencias enriquecen la experiencia de los niños, ya que combinan habilidades emocionales y prácticas, esenciales para su desarrollo social y cognitivo.
Un elemento clave: La Empatía
El grado y la forma en que padres y madres manifiestan empatía también pueden variar según sus personalidad y carácter y sobre todo sus experiencias previas personales.
- Madres: Están más orientadas a la conexión emocional inmediata. Las madres suelen detectar con mayor rapidez las necesidades afectivas de sus hijos y responder de manera intuitiva, lo que fortalece la seguridad emocional y la autoestima. Esto puede ayudar a la seguridad y la resiliencia.
- Padres: Aunque también es significativa, suele expresarse a través de acciones más pragmáticas, enfrentar situaciones difíciles y encontrar soluciones independientes.
Cambios en los roles.
Hoy en día, los roles tradicionales están cambiando, y muchos padres adoptan un enfoque más emocional y cercano, mientras que las madres también asumen roles de autoridad y disciplina.
Estos cambios son debidos las transformaciones sociales que muchas mujeres están teniendo en las últimas décadas, menos tiempo para dedicar la educación de los hijos y tareas repartidas con los hombres. La mujer se vuelve más práctica, más resolutiva, tienen menos tiempo…
Los hombres por su lado están también realizando un cambio, están teniendo que adoptar roles que antes recaían sobre la mujer, únicamente, aprendiendo a empatizar con los hijos, ofrecerles más tiempo, dedicación y compromiso, empatizando con ellos y ocuparse más de sus problemas diarios.
CONCLUSION
Hombre y mujeres están cambiando en las últimas décadas, la educación, el mundo laboral, la igualdad… todo está llevando a que el carácter de hombre y mujeres sea cada vez más parecido en referencia a la educación de los hijos/as: resiliente, competitivo, capaz, resolutivo, consciente…
Esto no quita que entre hombres y mujeres siga habiendo diferencias que les complementan como padres y madres, criterios intrínsecos a su formación y carácter que van con el espíritu del su sexo como es la empatía, el dialogo o la comprensión.