No es fácil para los padres, empezar a ver que se hacen mayores y que quieren despegarse de nosotros, empezar a volar.
No hablo de estudiantes universitarios, sino de esas edades adolescentes en las que ellos/as estiran hacia un lado y nosotros hacia el otro.
Dejar que vuelen es un aprendizaje para ellos y para nosotros, significa confiar en que nuestros consejos y enseñanzas van a serle de utilidad.
Querer que nuestro hijo/a esté siempre con nosotros para protegerlo es hacerlo débil.
Enseñarle a cometer errores, a superarlos, analizar que ha pasado, qué ha de hacer la próxima vez, es enseñarle a volar.
Hay muchas formas de empezar a dejar que nuestros hijos vuelen, desde que vuelven solos del colegio o vayan a la extraescolar solos, a quedarse en casa solos, o con amigos, o responsables de la mascota o de un hermano pequeño… cada cosa a su debido tiempo y teniendo en cuenta la edad de nuestro hijo/a.
Se han de ir dando responsabilidades para que se sienta mayor, seguro y vea que confiamos en él y desde ahí ir dejandole libertad.
Los padres solemos ser sufridores pasivos. Cada año, suelo oir a los padres que han enviado a sus hijos a un curso en el extranjero la frase: No me lo esperaba!, cómo ha madurado! está feliz!
Cuando dejamos de estar con nuestros hijos, ellos crecen, el estar solos les hace fuertes, madurar, espabilar y a veces, los primeros sorprendidos somos los padres.
Estar obligado a salir de la zona de confort es lo que nos hace crecer, cosa que como padres, a veces, nos cuesta dejar hacerlo. Se hará más independiente y más maduro. No nos necesitará tanto! eso a algunos padres les duele un poco, que sus hijos ya no les necesiten, pero es mejor que te quieran que, que te necesiten.
Dejemos que vuelen.
Nosotros tenemos que estar ahí para ayudarle a levantarse de nuevo, no ayudándole para que no se caiga.
Sentirse libres de nosotros les hace fuertes, y nosotros también aprendemos a confiar en ellos, a ver que son personas independientes, con sus criterios y puntos de vista quizás diferentes a los nuestros, eso no es malo, es la evolución sana del cambio generacional.
CONSEJOS PRÁCTICOS:
- Utiliza las comidas para tener conversaciones de cualquier tipo, que se alargue la sobremesa intentando entender su punto de vista o problema, dejale que hable y expón tu punto de vista.
- Practica deporte con ellos
- Intenta guardar las discusiones para lo realmente importante
- Valora a que cosas vais a consentir (con tu pareja) y a cuales no: hora de llega a casa, etc.
- Pon normas y limites dialogándolo con él. Al adolescente no le gusta la imposición sin justificación.
- Obligaciones y responsabilidades han de ir de la mano de la libertad.
- No des carta blanca para todo. Ha de saber que hay un control y una confianza.
- Estudiar en el extranjero algunos periodos es una forma buenísima de proporcionar esa libertad, maduración y responsabilidad para que puedan empezar a volar.
¡Dejémos que vuelen y disfruten de su experiencia!
